Las cifras son alarmantes. El año pasado se robaron 30.000 vehículos en todo el país. Si esos automotores se colocaran en fila, uno tras otro, ocuparían una distancia igual a la que hay entre Bogotá y Melgar, ciudad que dista 116 kilómetros de la capital de la República.
Este delito se está generalizando y nadie está exento de ser víctima de las bandas de jaladores de carros que cada vez actúan con mayor agresividad y descaro.
Después del narcotráfico y la guerrilla, el robo de vehículos se convirtió en la tercera industria delictiva más rentable del país , dijo el gerente de automóviles de Colseguros, José Luis Plana, una de las compañía aseguradora más grandes del país.